miércoles, 27 de agosto de 2008

La leyenda del Santo Bebedor (2a parte)

Nunca creí llegar a este punto. Sin embargo, confieso que después de muchos años he dejado de sentirme satisfecho al beber hasta la inconsciencia. (((continúa pronto)))

viernes, 1 de agosto de 2008

Del inconveniente de haber nacido...

Hace precisamente un año, unos hijos de su puta madre se metieron a nuestra casa a despojarnos de todas nuestras pertenencias. Entraron a nuestra recámara y a pesar de no habernos agredido, nos dejaron una impresión que tardó mucho en borrarse. No es una cosa agradable tener a unos extraños deconectando tus aparatos y hurgando en todos los rincones en busca de efectivo o cosas de valor.

Ni por un momento he extrañado nada de lo que poseía. Lo único que lamento es haber reaccionado demasiado tarde para abrazar con todas mis fuerzas a mi nena y haberme quedado petrificado a un lado suyo con el corazón a punto de reventar por la angustia de lo que les pudiese pasar a ella, a mi hermana y a mi madre. Sin embargo recuerdo mucho que los dedos de nuestras manos se alcanzaban a tocar y a través de ese contacto yo intentaba tranquilizarla, protegerla. Uno de los sentimientos mas crueles es el de la total impotencia, es algo así como cuando un trailero se te avienta encima del vocho. Siempre he tenido ganas de gritarle que si tendría los mismos huevos si trajéramos al revés los carros.

En mi vida han existido ciertos momentos que frenan mi aparente crecimiento...(continuará)